martes, 26 de diciembre de 2017

Si tu otro Yo levantara la cabeza...

Tengo que ser más tonto de lo que pensaba. Segurisimo, porque si no no entiendo por qué hago ciertas cosas.

Sé, que leer entradas en el blog, me hace daño. Sé, que buscar si ha cambiado de foto, me hace daño. Sé, que ver si ha cambiado de estado, me hace daño. Todo eso lo sé. Y aun así, lo hago. ¿Me entendéis el por qué digo que soy gilipollas? Porque ya es eso. Tonto no, gilipollas.

En lugar de evitarme el daño, me lanzo de cabeza. No lo hace queriendo, pero aun así no quita que duela. Debe saberlo, que si veo eso, me dolerá. Pero es libre de hacerlo, es dueña de si misma. Si hasta yo puedo hacerlo. Tampoco iría con maldad, pero seguramente le haría daño. Aunque ya he aprendido que eso no es responsabilidad mía. Al igual que no es suya el que a mi me duelan las cosas.

¿Que me gustaría que tuviera estos detalles en cuenta? Sí, claro. Pero cada uno es libre de escribir lo que sea y donde sea. O poner la foto que sea, donde sea. Aunque duela...

No es fácil esto, de verdad que no. Encima su actitud a veces también duele. Y esto último no lo entiendo. Pero bueno, hace tiempo que dejé de entender ciertas cosas. No he tenido un buen despertar. Al igual que el otro día. Duele meterse en WhatsApp y ver ciertas cosas. Pero recordemos, es responsabilidad mía que me duela. Y no está hecho a mala idea. Al menos eso espero.

En otro orden de cosas, hoy me he acordado de ti. Y joder, cómo jode. Esas risas, esos grandes momentos juntos. Esas fotos. Y ahora ya no estás. Volviste de nuevo a mi vida. Y fui feliz, pero te marchaste de nuevo. Me jode enormemente echarte de menos, el acordarme de ti. Porque no te lo mereces, visto y lo visto. Supongo que siempre ocuparás un lugar en mis pensamientos, aunque no quiera.

Basta ya por hoy. Y eso que acaba de empezar mi día. Esperemos que en estos días que vienen, cambien las cosas. Porque sé que seré feliz. Lo sé, y no pienso renunciar a ello.

Hasta más ver.

sábado, 23 de diciembre de 2017

Pasado. Presente. Futuro.

He dejado de tener vida social. Sí, la primera en la frente.

Buenas y esas cosas. Hoy quiero volver a la forma clásica de mis entradas. Las últimas entradas me han servido mentalmente. Volveré a escribir así, no os preocupéis.

De un tiempo para acá, no me siento bien conmigo mismo. Tampoco me apetece salir, ni hacer nada. Dejé un libro, el cual prácticamente sólo me queda el final. Tengo series por ver, pero tampoco pongo interés en ello. Mi único entretenimiento cuando llego de currar, es ponerme a ver en YouTube los programas de Nadie Sabe Nada. Me río, dejo la mente vagar y me relajo. Me viene bien.

Hace poco, también me peleé con mi mejor amigo. A día de hoy sigo sin entender el motivo de su enfado. Me lo explicó el otro día cuando nos vimos para hablar las cosas. Además de decirme unas cuantas cosas más que dolieron. Sigo sin entender su enfado, pero si puedo entender otras cosas.

Necesito cine. Necesito cenas. Risas. Parques. Viajes. Creo que esto último es algo... Que necesito como el comer.

Y en otros temas... No sé ni cómo sentirme. Ni me atrevo a hablar de ello. Sencillamente no soy capaz. Porque mi cerebro no se está entendiendo con mi corazón o viceversa. No lo sé. Así que prefiero no decir nada.

2016 fue un año de vuelta al pasado. De revivir cosas. 2017 ha sido un año que se me ha pasado volando, no me puedo creer que ya estemos a finales de año... De 2018, tengo la esperanza de que sea mi año. Nací un día 18, por lo que me lo quiero tomar así.

Y bueno... 2018 también es especial o lo hubiera sido por otros motivos... 10 años.... 10 años y una fecha. Hace "poco" hablamos de que al menos ese día deberíamos pasarlo juntos o al menos una cena, debíamos tener.

Divago, como siempre me pasa cada vez que escribo. Sería interesante ver qué opina mi otro yo de todo esto. Si algún día vuelve. El de verdad.

En fin, dejo ya aquí esta entrada. Que no sé ni con qué fin la he empezado a escribir.

Hasta más ver.

lunes, 27 de noviembre de 2017

Tiempo al tiempo

* Hola, qué de tiempo. ¿No?

- Sí, bastante.

* Iremos directos al grano esta vez, si te parece adecuado.

- Total, es mejor supongo.

* Te preocupa demasiado lo que pueda pasar. Ya te han dicho que no será para tanto. Es más el miedo a la expectativa que a la realidad. No debes temer nada. Todo irá bien.

- ¿Y si no es así? ¿Y si se lia? No sé cómo va a ir la cosa. Quizás vaya bien los primeros días. Pero luego...

* ¿Luego qué?

- Que quizás no vayan tan bien. A saber qué consecuencias tiene todo.

* Se acerca la situación y es cuando mas canguelo te entra. Bien que estabas muy decidido hace unas... Dos semanas.

- Ya, pero acuérdate de cómo me encontraba esos días. Decisiones así me eran más fáciles de tomar. Sabía las posibles consecuencias, si. Pero estaba decidido.

* Entonces, ¿qué ha cambiado ahora?

- Lo sabes bien. Pero a medida que pasan ciertas cosas... Me hacen afianzarme más en mi idea.

* No te dejes guiar por la rabia u otros sentimientos parecidos. Hacen tomar malas decisiones. Si vas a hacer esto, que sea porque estás seguro de que es lo mejor. Pase lo que pase.

- El problema es que pase algo malo...

* Joder, ¡¿y qué?! No puedes seguir así. Te come todo por dentro. Incluso ahora mismo tienes eso grabado en la mente. Y van demasiadas veces en tan poco tiempo. Te duele. Y parece que no importa eso. Pero a quien debería importarle es a ti. Y punto.

- Pues si... Parece que no importa. Pero, ¡ah, amigo! Llega a ser al revés, y arde Troya. Eso lo tengo clarisimo.

* Coño, por fin.

- ¿Por fin qué?

* Por fin te has atrevido a decirlo sin usar a alguno de tus yoes. Está bien hablar a través de nosotros. Pero algún día deberás enfrentarte tú sólo a tus palabras.

- Cuando llegue ese día, te quedarás sin trabajo. Tú y el otro. Que, hablando del otro. Hace tiempo que no sé nada de él.

* ¿Y te preocupa eso?

- Me inquieta, simplemente.

* No seas tonto anda. Me tienes a mi. No necesitas al otro.

- Sobre todo si sigues hablando como él. Es desconcertante, te lo dije.

* Créeme. Lo último que quiero es parecerme a ése.

- Algún día me contarás esa rivalidad palpable que hay.

* Si. Algún día. Cuando seas mayor.

- Y otro chistecito... Me sigues sorprendiendo.

* Soy una caja de sorpresas. Ahora en serio. Has tenido un día genial, pese a su mal inicio. Quédate con ese buen sabor de boca. No dejes que una tontería, aunque pueda doler, te lo estropee. Y ahora vete a dormir anda. Que necesitas descansar. Y hasta mañana no verás lo que quieres leer.

- Ten cuidado con lo que dices anda. Que nunca se sabe. Buenas noches anda.

* Buenas noches, chaval.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Llámame Rabia

# Te jode, ¿eh?

- ¿Otro más? ¿Cuántos vais a aparecer? Tiene que ser coña vamos...

# ¿Te crees que soy uno de tus estúpidos yoes? No puedes ser más gilipollas.

- Entonces dime quién coño eres.

# Puedes llamarme Rabia. Y no, no te voy a dejar hablar ni hacer preguntas estúpidas y absurdas. Simplemente voy a decirte unas cuantas cosas. No eres más imbécil porque no te entrenas. ¿Qué te esperabas? ¿Algún cambio? No me puedo creer que de verdad esperases eso... No, no hay cambios. Hay máscaras. Te maquillan un tema, o lo suavizan con palabras para cuando menos te lo esperes... ¡BAM! Y te llenas de mierda hasta las cejas. Dos palabras y todo guay, ¿verdad? ¡Y una mierda! Es que eres gilipollas. Ibas bien, estabas aguantando. Pero hoy ya la cosa iba mal. Y ahora te la han rematado. Aunque esto último no te lo esperabas, ¿eh? O sí... Pero te daba igual. La cosa es que ahora estoy aquí. Me has invocado, básicamente. Para expresar lo que no eres capaz de decir o no quieres. Mejor dicho. Porque esa es otra. Eres un cobarde. Sabes qué pasos tienes que dar, pero no te atreves. Piensas que perderás mas de lo que ganarás. ¡Pues nada! Sigue así. Sigue destrozandote mentalmente como lo estás haciendo. Que tendré que venir más veces para aliviar esa mierda que te rodea. Hala, me voy. Ahí te quedas, soplapollas.

- Joder... Adiós...

lunes, 13 de noviembre de 2017

Punto de inflexión

* Vaya... Sí que te ha afectado.

- Hola también a ti, ¿eh?

* Si, perdona. Es que me he fijado en que realmente te ha afectado y me he olvidado de saludar. Explícame qué ha pasado.

- Lo sabes de sobra... Pensé que lo tenía controlado, pero se ve que 100% no...

* ¿Y eso te preocupa? Estabas firme, y de repente te tambaleas. Explícame el por qué.

- No es sencillo, ¿vale?

* ¿No lo es o no lo quieres hacer sencillo?

- Supongo que ambas... Es feliz, no debería dolerme o afectarme de ninguna manera.

* Entonces, ¿por qué lo hace? ¿Por qué te afecta?

- No lo sé... Pero no me gusta. Es como si a un castillo de naipes le quitas una carta clave. No lo derrumbas, pero haces que se tambalee lo suficiente como para peligrar su estabilidad. Así me siento.

* Ya veo... Tienes que reponerte, eres fuerte. Siempre lo has sido, no desfallezcas ahora.

- Dices que he cambiado.¿Y si he cambiado para mal? ¿Y si el cambio que he sufrido me ha restado fuerza?

* No creo que eso sea así.

- Yo ya no lo sé... Solo sé que me voy a dormir ya. Y no lo haré bien. Esta conversación no me ha gustado. Normalmente acabamos bien o me siento diferente. No así, desde luego.

* No siempre se puede estar bien, pero mañana será un nuevo día. Y te sentirás mejor.

- Otra vez vuelves a hablar como el otro, es desconcertante.

* Ya, bueno. No lo hago queriendo. Supongo que aunque no me guste, nos parecemos.

- ¿Por qué dices que aunque no te guste?

* Olvida eso. Vete a dormir y descansa. Que es lo que tienes que hacer. ¡Mira qué hora es!

- Dios... Es cierto... Algún día me iré a dormir temprano.

* No será hoy, me temo.

- No, no será hoy.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Lo sabes todo

* Hola, ¿qué tal?

- Hola.

* Vaya, parece que no estás de humor hoy.

- No, no lo estoy. Precisamente hoy es el día que menos me tienen que tocar los huevos, y más me los tocan.

* Pues sí que estás de mal humor... ¿Tanto te ha afectado el echar a tu otro Yo?

- ¿Cómo sabes tú eso?

* Te recuerdo que te dije que era tu otro Tú, por lo que lo sé.

- Bueno... No es que me haya afectado mucho. No me ha sentado bien, pero no es lo que me afecta más ahora. Probablemente hoy también me habría tocado las narices y lo habría mandado a la mierda.

* Entonces, quieres decir que es bueno que ahora no esté. ¿No?

- Hombre... No sé si es bueno. Volverá seguramente.

* ¿Estás seguro de eso?

- Ehm... Sí, ¿no? A ver, no se ha ido para siempre. Creo.

* Tú le echaste. Al igual que a otras personas. Y algunas no han vuelto. Pero, eso te ha venido bien. Seguramente, que no esté tu otro Yo, también te venga bien. Si ha pasado, por algo es. Y eso es bueno. Mira el lado positivo.

- En primer lugar, él no es una persona. Es un algo, por decirlo de alguna manera. Y en segundo lugar... No sé si sería bueno para mi que no volviera.

* Te restaba más que lo que te aportaba. ¿No?

- Bueno, eso no es del todo cierto...

* Eso fue lo que le dijiste.

- ¿Cómo sabes tú...? Ah, cierto. Lo sabes todo, es normal.

* Correcto.

- Bueno, aun así en el momento en que lo dije estaba cabreado. Y no lo arregló, precisamente.

* Por consiguiente, me das la razón con respecto a que es mejor que no esté. Al menos por el momento.

- ¿Cómo por el momento?

* Vuelves a sufrir cambios. Estás últimamente haciendo cosas que antes no te atreverías a hacer. Quizás te de ciertos remordimientos. Pero no por ello, las vas a dejar de hacer. Al principio te sentirás mal, pero ya verás como todo irá bien.

- No sé yo... Es cierto que debo cambiar ciertas cosas, y que me estoy lanzando en otras... Supongo que sí, que al principio lo veré como un error. Y además está lo otro...

* Sé de lo que estás hablando. No te preocupes. Entiendo tus dudas, pero debes dejarte llevar. Quizás no es todo como lo piensas que es. Date tiempo, paciencia. Y verás cómo todo va sobre ruedas.

- Ten cuidado, casi suenas como mi otro Yo.

* Me he dado cuenta. Pero es normal. Todos procedemos del mismo lugar. Tú mejor que nadie, deberías saberlo.

- Debo darte la razón de nuevo.

* Puedo acostumbrarme a ello. Jajaja

- Anda, hasta un poco chistoso eres. Eso no me lo esperaba.

* Tengo más ases bajo la manga. Quédate conmigo y los verás. Serás un nuevo Tú. Uno renovado y mejorado.

- Eso espero... Bueno, he de irme. Hablaremos en otra ocasión.

* No te quepa la menor duda.

sábado, 4 de noviembre de 2017

Continuamos para bingo

+ Bueno, pues ya he vuelto.

- Si que ha sido largo el café.

+ Ya, bueno. Pensé también que debía hablar contigo según cómo te encontrases. He sentido algo raro y he vuelto.

- ¿Algo raro?

+ Sí, no sé. Llámalo intuición. ¿Ha ocurrido algo raro o inusual?

- Hombre, así a bote pronto...

+ Iluminame.

- Si con raro te refieres a la aparición de un tercer Yo, sí.

+ Espera, ¿qué? ¿Un tercero? Pues estás peor de lo que pensaba.

- Gracias, simpático.

+ Un placer. ¿Qué te ha dicho?

- Me ha ayudado con otros temas que tengo en la cabeza.

+ Pues la lista es larga...

- ¿Disculpa?

+ No te hagas el loco, sabes que llevo razón.

- Sí, claro. Tengo un almacén mental repleto de problemas. No te jode...

- Ya. Y, ¿qué me dices de esa doble vida mental que llevas? Por ejemplo.

- Ese tema no... No estoy preparado para afrontarlo aún.

+ Ah, bien. Pues nada, cuando te explote en plena jeta, ya te arrepentirás.

- Te crees que es fácil, ¿no? No soy feliz así. Estoy todo el tiempo malhumorado, irritable.. Y seguramente el causante sea el no saber cómo llevarlo. Siento que... En algún momento, seré yo el que explote.

+ Deberías ponerle solución de alguna manera, ¿no crees? A esto me refiero con que no eres Tú.

- No lo entiendo.

+ Vamos a ver: no te verías metido en estos marrones de no ser porque has cambiado. Y para mal. No eres tú, ya no. Eres una mala copia de ti.

- No he cambiado tanto, joder. He cambiado, sí. Pero no es malo, ¿no? Los cambios son buenos. He hecho cambios que me han venido bien. Incluyendo quitarme a gente de en medio. No me venían bien. Al menos es lo que opina el otro Yo.

+ Perdona, ¿qué? Tienes que estar de coña.

- No, y él tiene razón. Y ya que saco el tema, quizás tenga razón en más cosas.

+ No puede ser... ¿De verdad vas a hacerle caso? ¿Piensas que tiene razón? ¿Pero qué coño pasa contigo?

- ¡No pasa nada! Se ha ofrecido a ayudarme. Es más directo. En cambio tú, solo hablas con evasivas y diciendo tonterías. No aportas nada.

+ Intento hacerte ver que has cambiado y cómo lo has hecho. Vas a acabar mal, y no lo estás evitando. Y haciendole caso al otro idiota, vas a estrellarte antes.

- Se acabó, vete de aquí. No quiero hablar contigo más.

+ ¿Que me vaya? ¿Te estás escuchando?

- Sí, y he dicho que te marches. No me aportas nada.

+ Piensa bien tus palabras. Porque quizás renuncies a una parte muy importante de ti. Piénsalo. Recapacita, por favor.

- Que te vayas. Largo de aquí. ¡Fuera!

+ No te preocupes, ya me voy. Que te vaya bien. Sigue echando a personas de tu vida.

- No eres una persona. Alegas ser mi otro Yo. Por lo que eres una cosa. Y como verdadero Yo, te digo que te vayas.

+ Está bien... Tú mismo. Adiós.

- Adiós.