* Hola, qué de tiempo. ¿No?
- Sí, bastante.
* Iremos directos al grano esta vez, si te parece adecuado.
- Total, es mejor supongo.
* Te preocupa demasiado lo que pueda pasar. Ya te han dicho que no será para tanto. Es más el miedo a la expectativa que a la realidad. No debes temer nada. Todo irá bien.
- ¿Y si no es así? ¿Y si se lia? No sé cómo va a ir la cosa. Quizás vaya bien los primeros días. Pero luego...
* ¿Luego qué?
- Que quizás no vayan tan bien. A saber qué consecuencias tiene todo.
* Se acerca la situación y es cuando mas canguelo te entra. Bien que estabas muy decidido hace unas... Dos semanas.
- Ya, pero acuérdate de cómo me encontraba esos días. Decisiones así me eran más fáciles de tomar. Sabía las posibles consecuencias, si. Pero estaba decidido.
* Entonces, ¿qué ha cambiado ahora?
- Lo sabes bien. Pero a medida que pasan ciertas cosas... Me hacen afianzarme más en mi idea.
* No te dejes guiar por la rabia u otros sentimientos parecidos. Hacen tomar malas decisiones. Si vas a hacer esto, que sea porque estás seguro de que es lo mejor. Pase lo que pase.
- El problema es que pase algo malo...
* Joder, ¡¿y qué?! No puedes seguir así. Te come todo por dentro. Incluso ahora mismo tienes eso grabado en la mente. Y van demasiadas veces en tan poco tiempo. Te duele. Y parece que no importa eso. Pero a quien debería importarle es a ti. Y punto.
- Pues si... Parece que no importa. Pero, ¡ah, amigo! Llega a ser al revés, y arde Troya. Eso lo tengo clarisimo.
* Coño, por fin.
- ¿Por fin qué?
* Por fin te has atrevido a decirlo sin usar a alguno de tus yoes. Está bien hablar a través de nosotros. Pero algún día deberás enfrentarte tú sólo a tus palabras.
- Cuando llegue ese día, te quedarás sin trabajo. Tú y el otro. Que, hablando del otro. Hace tiempo que no sé nada de él.
* ¿Y te preocupa eso?
- Me inquieta, simplemente.
* No seas tonto anda. Me tienes a mi. No necesitas al otro.
- Sobre todo si sigues hablando como él. Es desconcertante, te lo dije.
* Créeme. Lo último que quiero es parecerme a ése.
- Algún día me contarás esa rivalidad palpable que hay.
* Si. Algún día. Cuando seas mayor.
- Y otro chistecito... Me sigues sorprendiendo.
* Soy una caja de sorpresas. Ahora en serio. Has tenido un día genial, pese a su mal inicio. Quédate con ese buen sabor de boca. No dejes que una tontería, aunque pueda doler, te lo estropee. Y ahora vete a dormir anda. Que necesitas descansar. Y hasta mañana no verás lo que quieres leer.
- Ten cuidado con lo que dices anda. Que nunca se sabe. Buenas noches anda.
* Buenas noches, chaval.