* Hola, ¿qué tal?
- Hola.
* Vaya, parece que no estás de humor hoy.
- No, no lo estoy. Precisamente hoy es el día que menos me tienen que tocar los huevos, y más me los tocan.
* Pues sí que estás de mal humor... ¿Tanto te ha afectado el echar a tu otro Yo?
- ¿Cómo sabes tú eso?
* Te recuerdo que te dije que era tu otro Tú, por lo que lo sé.
- Bueno... No es que me haya afectado mucho. No me ha sentado bien, pero no es lo que me afecta más ahora. Probablemente hoy también me habría tocado las narices y lo habría mandado a la mierda.
* Entonces, quieres decir que es bueno que ahora no esté. ¿No?
- Hombre... No sé si es bueno. Volverá seguramente.
* ¿Estás seguro de eso?
- Ehm... Sí, ¿no? A ver, no se ha ido para siempre. Creo.
* Tú le echaste. Al igual que a otras personas. Y algunas no han vuelto. Pero, eso te ha venido bien. Seguramente, que no esté tu otro Yo, también te venga bien. Si ha pasado, por algo es. Y eso es bueno. Mira el lado positivo.
- En primer lugar, él no es una persona. Es un algo, por decirlo de alguna manera. Y en segundo lugar... No sé si sería bueno para mi que no volviera.
* Te restaba más que lo que te aportaba. ¿No?
- Bueno, eso no es del todo cierto...
* Eso fue lo que le dijiste.
- ¿Cómo sabes tú...? Ah, cierto. Lo sabes todo, es normal.
* Correcto.
- Bueno, aun así en el momento en que lo dije estaba cabreado. Y no lo arregló, precisamente.
* Por consiguiente, me das la razón con respecto a que es mejor que no esté. Al menos por el momento.
- ¿Cómo por el momento?
* Vuelves a sufrir cambios. Estás últimamente haciendo cosas que antes no te atreverías a hacer. Quizás te de ciertos remordimientos. Pero no por ello, las vas a dejar de hacer. Al principio te sentirás mal, pero ya verás como todo irá bien.
- No sé yo... Es cierto que debo cambiar ciertas cosas, y que me estoy lanzando en otras... Supongo que sí, que al principio lo veré como un error. Y además está lo otro...
* Sé de lo que estás hablando. No te preocupes. Entiendo tus dudas, pero debes dejarte llevar. Quizás no es todo como lo piensas que es. Date tiempo, paciencia. Y verás cómo todo va sobre ruedas.
- Ten cuidado, casi suenas como mi otro Yo.
* Me he dado cuenta. Pero es normal. Todos procedemos del mismo lugar. Tú mejor que nadie, deberías saberlo.
- Debo darte la razón de nuevo.
* Puedo acostumbrarme a ello. Jajaja
- Anda, hasta un poco chistoso eres. Eso no me lo esperaba.
* Tengo más ases bajo la manga. Quédate conmigo y los verás. Serás un nuevo Tú. Uno renovado y mejorado.
- Eso espero... Bueno, he de irme. Hablaremos en otra ocasión.
* No te quepa la menor duda.
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