viernes, 3 de noviembre de 2017

Cuantos más, peor.

* Hola, ¿qué tal estás?

- Ehm... ¿Quién eres? ¿Dónde está el otro?

* ¿Qué otro?

- Mi otro Yo.

* Ah, él. Pues no lo sé. Yo estoy aquí. Tú, también. Eso es lo que debe importar, ¿no crees?

- Esto es cada vez más confuso...

* No entiendo la confusión.

- Es simple: aparece el otro, me dice que es mi otro Yo. Me llama "supuesto Tú" . Y ahora sales tú. Y no sé de dónde sales. De ahí mi confusión.

* Ouh, claro... No te preocupes, soy tu otro Tú.

- Ahora tengo varios yoes... Esto es increíble. Me estaré volviendo loco.

* Quizás estemos aqui para algo. Yo al menos quiero ayudarte.

- Bueno, empezamos entonces con buen pie. ¿Por qué estás aquí?

* Porque te noto preocupado. Piensas que has cambiado de un tiempo para atrás. Que no eres tú. Y te preocupa eso. Ése cambio. Por eso estoy aquí.

- Eres más directo que mi otro Yo, me gusta. Sí, veo que he cambiado. Dicen que los cambios son buenos, que mejoran a las personas. Aunque también dicen que las personas cambian porque han sufrido mucho o lo suficiente. Y por eso no sé si es bueno mi cambio.

* Eso son tonterías... Claro que es bueno el cambio. ¡Eres más tú que nunca! Te has quitado de en medio a mucha gente. Y si lo hiciste por algo será. Eres más feliz ahora.

- Eso no es del todo cierto... Me he quitado a gente de en medio, si. Pero las echo de menos. Aunque ahora no quieran verme o les moleste mi presencia... Eso no me hace feliz.

* ¡Olvídate de eso! Céntrate. Avanza. Te has quitado de en medio a esa gente por una razón. Eran lastre en tu vida. Peso. Te restaban fuerza. Ahora eres más libre.

- Ehm... No... No eran lastre, eran mis amigos.

* Amigos que ahora no quieren saber nada de ti, ¿cierto?

- Pero porque les eché de mala manera y luego las circunstancias que han ido viniendo no han ayudado.

* ¿Quieren o no saber de ti?

- No, supongo...

* ¡Pues ya está! ¿Ves? Tengo razón. Alégrate por ello, anda. Si no quieren saber de ti, no te merecen. No merecen que te preocupes por ellos. Ellos no lo hacen por ti. Olvídalos y te será más fácil.

- Hombre, visto así...

* Tengo que irme.

- ¿Qué? Pero, ¿así sin más?

* Sí. No te preocupes, volveré. Ahora me voy. Tengo prisa.

- Pues, adiós.

* Adiós.

No hay comentarios:

Publicar un comentario