+ Bueno, pues ya he vuelto.
- Si que ha sido largo el café.
+ Ya, bueno. Pensé también que debía hablar contigo según cómo te encontrases. He sentido algo raro y he vuelto.
- ¿Algo raro?
+ Sí, no sé. Llámalo intuición. ¿Ha ocurrido algo raro o inusual?
- Hombre, así a bote pronto...
+ Iluminame.
- Si con raro te refieres a la aparición de un tercer Yo, sí.
+ Espera, ¿qué? ¿Un tercero? Pues estás peor de lo que pensaba.
- Gracias, simpático.
+ Un placer. ¿Qué te ha dicho?
- Me ha ayudado con otros temas que tengo en la cabeza.
+ Pues la lista es larga...
- ¿Disculpa?
+ No te hagas el loco, sabes que llevo razón.
- Sí, claro. Tengo un almacén mental repleto de problemas. No te jode...
- Ya. Y, ¿qué me dices de esa doble vida mental que llevas? Por ejemplo.
- Ese tema no... No estoy preparado para afrontarlo aún.
+ Ah, bien. Pues nada, cuando te explote en plena jeta, ya te arrepentirás.
- Te crees que es fácil, ¿no? No soy feliz así. Estoy todo el tiempo malhumorado, irritable.. Y seguramente el causante sea el no saber cómo llevarlo. Siento que... En algún momento, seré yo el que explote.
+ Deberías ponerle solución de alguna manera, ¿no crees? A esto me refiero con que no eres Tú.
- No lo entiendo.
+ Vamos a ver: no te verías metido en estos marrones de no ser porque has cambiado. Y para mal. No eres tú, ya no. Eres una mala copia de ti.
- No he cambiado tanto, joder. He cambiado, sí. Pero no es malo, ¿no? Los cambios son buenos. He hecho cambios que me han venido bien. Incluyendo quitarme a gente de en medio. No me venían bien. Al menos es lo que opina el otro Yo.
+ Perdona, ¿qué? Tienes que estar de coña.
- No, y él tiene razón. Y ya que saco el tema, quizás tenga razón en más cosas.
+ No puede ser... ¿De verdad vas a hacerle caso? ¿Piensas que tiene razón? ¿Pero qué coño pasa contigo?
- ¡No pasa nada! Se ha ofrecido a ayudarme. Es más directo. En cambio tú, solo hablas con evasivas y diciendo tonterías. No aportas nada.
+ Intento hacerte ver que has cambiado y cómo lo has hecho. Vas a acabar mal, y no lo estás evitando. Y haciendole caso al otro idiota, vas a estrellarte antes.
- Se acabó, vete de aquí. No quiero hablar contigo más.
+ ¿Que me vaya? ¿Te estás escuchando?
- Sí, y he dicho que te marches. No me aportas nada.
+ Piensa bien tus palabras. Porque quizás renuncies a una parte muy importante de ti. Piénsalo. Recapacita, por favor.
- Que te vayas. Largo de aquí. ¡Fuera!
+ No te preocupes, ya me voy. Que te vaya bien. Sigue echando a personas de tu vida.
- No eres una persona. Alegas ser mi otro Yo. Por lo que eres una cosa. Y como verdadero Yo, te digo que te vayas.
+ Está bien... Tú mismo. Adiós.
- Adiós.
No hay comentarios:
Publicar un comentario