# Te jode, ¿eh?
- ¿Otro más? ¿Cuántos vais a aparecer? Tiene que ser coña vamos...
# ¿Te crees que soy uno de tus estúpidos yoes? No puedes ser más gilipollas.
- Entonces dime quién coño eres.
# Puedes llamarme Rabia. Y no, no te voy a dejar hablar ni hacer preguntas estúpidas y absurdas. Simplemente voy a decirte unas cuantas cosas. No eres más imbécil porque no te entrenas. ¿Qué te esperabas? ¿Algún cambio? No me puedo creer que de verdad esperases eso... No, no hay cambios. Hay máscaras. Te maquillan un tema, o lo suavizan con palabras para cuando menos te lo esperes... ¡BAM! Y te llenas de mierda hasta las cejas. Dos palabras y todo guay, ¿verdad? ¡Y una mierda! Es que eres gilipollas. Ibas bien, estabas aguantando. Pero hoy ya la cosa iba mal. Y ahora te la han rematado. Aunque esto último no te lo esperabas, ¿eh? O sí... Pero te daba igual. La cosa es que ahora estoy aquí. Me has invocado, básicamente. Para expresar lo que no eres capaz de decir o no quieres. Mejor dicho. Porque esa es otra. Eres un cobarde. Sabes qué pasos tienes que dar, pero no te atreves. Piensas que perderás mas de lo que ganarás. ¡Pues nada! Sigue así. Sigue destrozandote mentalmente como lo estás haciendo. Que tendré que venir más veces para aliviar esa mierda que te rodea. Hala, me voy. Ahí te quedas, soplapollas.
- Joder... Adiós...
No hay comentarios:
Publicar un comentario