viernes, 12 de mayo de 2017

Para eso

Para eso, si se puede.
Para esa persona, si se puede.
Para ese momento, si se puede.

Para otra cosa, no se puede.
Para otra persona, no se puede.
Para aquel momento, no se pudo.

Es curioso la importancia que le damos a las cosas o a las personas. Algunas merecen nuestra atención y esa importancia. Otras, sin embargo, no. Nos esforzamos en darle atención a los detalles, a lo que nos importa. Y, ¿el resultado? Una hostia contra la pared.

¿Sirve de algo? Puede ser. Es una lección, a fin de cuentas. Que querramos prestarle atención, es cosa nuestra. Y algo mas complicado de explicar.

Hasta más ver.

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